Simon Ateba es corresponsal en jefe de la Casa Blanca para Today News Africa y cubre al presidente Joe Biden, la vicepresidenta Kamala Harris, el gobierno de EE. UU., la ONU, el FMI, el Banco Mundial y otras instituciones financieras e internacionales en Washington y Nueva York.
El director general de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Roberto Azevêdo, y el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, han emitido una declaración conjunta sobre la COVID-19, la enfermedad respiratoria causada por el nuevo coronavirus que está teniendo graves consecuencias económicas .
La OMS y la OMC dijeron que están trabajando juntos en varios frentes para vencer al virus y mitigar los impactos comerciales y económicos.
Por ejemplo, ambas organizaciones están trabajando juntas para garantizar el flujo transfronterizo normal de suministros médicos vitales y otros bienes y servicios, y para resolver interrupciones innecesarias en las cadenas de suministro globales, en cumplimiento del Reglamento Sanitario Internacional (2005) y las normas de la OMC.
Lea la declaración conjunta completa a continuación
COVID-19 ha progresado rápidamente hasta convertirse en una pandemia global, causando un impacto sin precedentes y de gran alcance en la salud, el bienestar social y económico de las comunidades de todo el mundo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Mundial del Comercio (OMC) están comprometidas a responder de manera efectiva a la situación, trabajando junto con otras organizaciones internacionales y nuestras respectivas membresías. Se requiere una acción global coordinada para hacer frente a los extraordinarios desafíos que la pandemia plantea para la salud de las personas, así como para sus medios de subsistencia.
Proteger vidas es nuestra principal prioridad, y estos esfuerzos pueden verse obstaculizados por interrupciones innecesarias en el comercio mundial y las cadenas de suministro. Las decisiones de política comercial de los gobiernos influyen significativamente tanto en llevar equipos y suministros médicos a donde se necesitan con urgencia como en catalizar el suministro de insumos críticos para la producción de medicamentos y tecnologías sanitarias para combatir la pandemia. Por lo tanto, es de vital interés mantener el comercio de tecnologías sanitarias lo más abierto y predecible posible. Esto ayudará a los países a responder a esta crisis, a recuperarse de ella y a construir los sistemas de salud que fomentarán una mayor resiliencia en el futuro.
La OMS y la OMC están trabajando juntas para apoyar los esfuerzos para garantizar el flujo transfronterizo normal de suministros médicos vitales y otros bienes y servicios, promoviéndolos cuando sea posible, y para resolver interrupciones innecesarias en las cadenas de suministro mundiales, en cumplimiento del Reglamento Sanitario Internacional ( 2005) y las normas de la OMC.
El propósito del Reglamento Sanitario Internacional es prevenir, proteger contra, controlar y brindar una respuesta de salud pública a la propagación internacional de enfermedades de manera proporcional a los riesgos para la salud pública, con miras a minimizar la interferencia con el tráfico y el comercio internacionales. Las normas de la OMC brindan a los gobiernos la flexibilidad que pueden necesitar para abordar la escasez de suministros médicos esenciales y/o los desafíos de salud pública. Pero cualquier medida que se tome para promover la salud pública que restrinja el comercio debe ser “específica, proporcionada, transparente y temporal”, de acuerdo con los llamamientos recientes de los líderes mundiales. Los gobiernos deben evitar medidas que puedan interrumpir las cadenas de suministro e impactar negativamente a los más pobres y vulnerables, especialmente en los países en desarrollo y menos desarrollados que generalmente dependen de las importaciones de medicamentos y equipos médicos.
Hacemos un llamado a nuestros Miembros para que continúen compartiendo información sobre sus medidas con la OMS y la OMC, de acuerdo con los mecanismos de transparencia establecidos, que ahora son especialmente valiosos para respaldar una respuesta coordinada. Para garantizar que las tecnologías sanitarias, incluidos los diagnósticos, los medicamentos, las vacunas y otros suministros médicos vitales para tratar a los pacientes infectados por COVID-19, lleguen rápidamente a quienes los necesitan, enfatizamos la importancia de simplificar los controles de conformidad basados en la cooperación regulatoria y los estándares internacionales.
Si bien nos alientan los notables esfuerzos de investigación y la rápida movilización de recursos públicos y privados para desarrollar tecnologías de salud COVID-19, hacemos un llamado a los gobiernos para que implementen medidas políticas que puedan facilitar aún más su investigación y desarrollo, y promuevan su rápida difusión dentro de países y a través de las fronteras para garantizar el acceso equitativo a esas tecnologías. Dichas iniciativas incluyen inversiones dirigidas, garantizar el acceso abierto a los resultados de las pruebas clínicas, compartir los derechos de propiedad intelectual relevantes, aumentar la capacidad de fabricación, regímenes de adquisición abiertos y transparentes, la eliminación de aranceles sobre tecnologías de salud relevantes y medidas de facilitación del comercio para reducir costos y demoras. .
La acción global, la solidaridad y la cooperación internacional son más necesarias que nunca para hacer frente a esta situación sanitaria. La OMS y la OMC están trabajando juntas para desempeñar su papel.